Antiinflamatorios no esteroideos

Antiinflamatorios no esteroideos

La inflamación aguda tras una lesión es un proceso natural para limpiar la lesión y reparar el tejido dañado. ¿Cuándo nos interesa tomar antiinflamatorios no esteroideos para tratar una lesión?

¿Qué es la inflamación y qué tenemos que hacer cuando aparece?

Antiinflamatorios no esteroideos

Como comentábamos, la inflamación es un proceso natural, que aunque puede ser doloroso, es benigno. De la buena calidad de este proceso dependerá la buena calidad del posterior tejido reparado (fibra muscular, ligamento, tendón, hueso, etc…)

Por este motivo será muy importante no frenar este proceso, sino controlarlo. Así disminuimos los efectos molestos como del dolor, pero al mismo tiempo no interferimos, haciendo que se produzca una regeneración del tejido de calidad. Si frenamos este proceso, probablemente obtendremos un tejido de mala calidad (fibrosis), que tenderá a volver a romperse y lesionarse con gran facilidad.

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) interfieren en la función gástrica, renal, cardiovascular y hepática. Estos efectos secundarios suelen aparecer sobre todo cuando los antiinflamatorios no esteroideos se toman frecuentemente y durante períodos prolongados.

Como medida preventiva, se recomienda no tomarlos más de una semana. También se aconseja ingerirlos con las comidas y tomar otro medicamento que reduce los efectos secundarios. Este, suele ser omeoprazol, el cual también podría tener efectos secundarios.

El artículo Adverse effects of non-steroidal anti-inflammatory drugs (NSAIDs, aspirin and coxibs) on upper gastrointestinal tract de Sostres C y col. es un ejemplo de los posibles efectos adversos de los AINE.

Tratamiento médico de las lesiones musculares

Los antiinflamatorios no esteroideos, si se usan para tratar los síntomas de una lesión, puede dificultar la recuperación. Por ejemplo, se ha demostrado que en las fracturas y en las tendinitis, realentiza o dificulta su curación.

Contrariamente a lo que se debería, la inflamación se ha visto siempre como un proceso patológico. Por eso siempre se ha tratado de bloquearlo. Por consecuencia, hoy en día el tomar que antiinflamatorios es algo habitual y muy extendido en la población en general y, en los deportistas en particular.

Sin embargo la biología y fisiología de la reparación de los tejidos demuestran que el proceso inflamatorio pone en marcha los mecanismos intrínsecos de reparación y regeneración de los mismos. Es decir, la inflamación es una respuesta protectora del organismo, generalmente local y controlada, cuyo objetivo final es liberarle de la causa inicial de la lesión celular.

Por tanto, el tratamiento de las lesiones debe dirigirse a controlar la inflamación y el dolor y conseguir una reparación tisular precoz, con medios terapéuticos para modular la inflamación sin interferir en los procesos de reparación, tales como el reposo, la elevación, el drenaje linfático manual, los vendajes funcionales y la crioterapia (aplicación de hielo local). Contra el dolor emplear analgésicos puros sin efecto antiinflamatorio: paracetamol o nolotil.

Desaconsejamos el uso de antiinflamatorios (ibuprofeno, diclofenaco, etc) en la fase aguda de la lesión, pues parece que interrumpir los procesos inflamatorios iniciales interfiere el inicio de los procesos regenerativos musculares.

Así mismo, nos gustaría remarcar que no está demostrado que el tratamiento vía oral o mediante infiltraciones de corticoides o sustancias homeopáticas (traumeel) favorezca la evolución de las lesiones musculares.

antiinflamatorios no esteroideos

Antiinflamatorios no esteroideos y contracturas

Los estudios realizados han encontrado que el tratamiento de contracturas con Antiinflamatorios no esteroideos puede transformarlas en una patología crónica. Las contracturas musculares son la expresión de sufrimiento del músculo, ya sea por malas posturas o por exceso de uso (sobrecarga muscular) o, en una persona sedentaria, por pequeños excesos que generan sobrecarga. Los ejercicios de elongación son la primera opción de tratamiento, pero si la persona no logra resolver el problema con los ejercicios, se podría proceder a realizar un vendaje que ayude a mejorar la postura y las contracturas, o mejorar la higiene postural del paciente por parte de un fisioterapeuta.

Al administrar AINE para las contracturas, disminuimos el dolor, pero al no tratar la causa de origen, esta seguirá estando presente, y la contractura seguirá reapareciendo. Por eso es importante tratarla correctamente, para que no sólo no duela, sino que no vuelva a aparecer.

Antiinflamatorios no esteroideos y lesiones de ligamentos

Antiinflamatorios esguinces

Diferentes estudios muestran cómo los AINE reducen la inflamación y el dolor cuando tienes una lesión de ligamentos. Digamos que te haces un esguince de tobillo y tienes una gran cantidad de inflamación y dolor, los AINE te ayudarán a combatir el dolor y la inflamación, lo que se traducirá en una mejora de la amplitud articular y capacidad de carga (más rápido retorno a la actividad). Estos efectos se encuentran con la administración del medicamento a corto plazo (3-7 diás).

La pregunta ahora sería si la meta debe ser recuperarte rápidamente o correctamente. Los ligamentos necesitan tiempo para curarse y la inflamación es parte del proceso de curación. Se cree que la alteración de este proceso mediante la toma de AINE podría causar problemas a largo plazo, como pueden ser inestabilidad y reducción del rango de movimiento articular.

AINE y lesiones del tendón

En cuanto a los tendones, los Antiinflamatorios no esteroideos serían útiles si tienes, por ejemplo, tenosinovitis aguda (inflamación de la vaina, llamada la membrana sinovial, que rodea algunos tendones), pero no para las tendinopatías por sobreuso (de tendones sin vaina sinovial), ya que no presentan inflamación (como puede ser la tendinopatía aquílea).

Los AINE son eficaces en la reducción del dolor a corto plazo, sobre todo en el hombro, la eficacia es menor para los codos, el tendón rotuliano y el tendón de Aquiles. No hay evidencia de que los AINE sean eficaces para el tratamiento de lesiones del tendón a largo plazo. Sin embargo, se sabe que el riesgo de efectos adversos se eleva. Además, los AINE permiten a los atletas volver a la actividad antes, por lo tanto, poner más estrés en los tendones y comprometer la curación del tendón a largo plazo.

AINE y lesiones óseas

Antiinflamatorios fractura

Los AINE inhiben la formación de hueso mediante la alteración de la síntesis de prostaglandinas (compuestos lípidicos que derivan de ácidos grasos). Las prostaglandinas estimulan tanto la reabsorción ósea como la formación ósea. Los efectos nocivos de los AINE varían, dependiendo de la droga y el período de tiempo de consumo. En varios estudios realizados se aprecia un retraso en la consolidación ósea tras fractura. Debido a estos efectos en la formación de hueso, se recomienda evitar los AINE por lo menos durante las primeras semanas después de una fractura. Analgésicos deberían ser suficientes para luchar contra el dolor. AINE tampoco deben ser utilizados en caso de fractura de estrés por las mismas razones.

Antiinflamatorios no esteroideos y lesiones musculares

Los AINE podrían ser una buena opción en caso de contusiones musculares profundas, ya que pueden desembocar en una miositis osificante (calcificación muscular). La razón se ha explicado previamente, los AINE alteran la síntesis de prostaglandinas y, por lo tanto, afectan a la formación de hueso. La evidencia sobre los AINE como método para impedir la aparición de la osificación heterotópica (formación de hueso en un sitio de tu cuerpo donde no debería haber hueso) se basa en la teoría de que “como los AINE muestran efectos positivos en la prevención de osificación heterotópica después de la sustitución protésica, podrían funcionar también para los músculos”.

También se puede leer que no es recomendable la toma de AINE en la fase aguda de los desgarros musculares.

Conclusiones

Procura no consumir antiinflamatorios si no te lo ha recomendado tu médico, fisioterapeuta o personal sanitario cualificado. Si lo consumes, que sea siempre durante el menor tiempo posible, para limitar los efectos secundarios. Preferiblemente, opta por el reposo, la aplicación de frío en la zona inflamada, o al vendaje de la zona (siempre a manos de personal cualificado). ¿En qué casos podría ser beneficioso el consumo de AINE?

  • Cuando “NO” están aconsejados los AINE: fracturas, fracturas por estrés.
  • AINE “probablemente no beneficiosos”: tendinopatías por sobreuso, desgarro muscular en fase aguda.
  • Cuando los AINE “podrían ayudar”: contusiones musculares profundas, esguinces agudos, tenosinovitis aguda, agujetas, artropatía inflamatoria, pinzamientos ( de nervios o de tejidos blandos), afecciones degenerativas articulares.

Por otro lado cabe destacar el reciente estudio Topical NSAIDs for acute musculoskeletal pain in adults de Derry S y col. en el que hablan del efecto positivo del uso tópico de los AINE en la lucha contra el dolor en lesiones agudas, el cual es parejo al del uso oral pero con mínimos efectos adversos. Por lo tanto, probablemente el uso tópico de los AINE es una mejor opción.

Si lo que queremos es un efecto analgésico, el paracetamol parece dar buenos resultados y suponer un menor riesgo (esto no significa que no tenga efectos secundarios).

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Fuentes: telamlafisioterapia, zaragozadeporte, camde

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