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Lumbalgia embarazo

Lumbalgia en el embarazo

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¿Estás cansada de que te duela la espalda todo el día y toda la noche?, ¿quieres saber cómo aliviar el dolor de espalda baja o lumbalgia en el embarazo? Te contamos 4 maneras de aliviar el dolor durante el embarazo:

El embarazo, como ya hemos comentado anteriormente, genera una serie de cambios físicos y fisiológicos en la mujer. Debido a estos cambios, se produce una sobrecarga en la espalda, que va avanzando según avanza la gestación, de los músuculos y articulaciones del cuerpo. Estas modificaciones hacen que la embarazada llegue al límite de lo que su cuerpo puede llegar a dar, provocando, por lo general, malestar e incluso interfiriendo con el desarrollo de la vida diaria.

¿QUÉ ES LA LUMBALGIA EN EL EMBARAZO?

Definimos la lumbalgia como: todo cuadro doloroso, agudo o crónico, difuso o localizado que asienta en la región lumbar. La citada sobrecarga en el embarazo, provoca numerosos desórdenes biomecánicos que generan dolencias en la región lumbar, sobre todo manifestadas durante el tercer trimestre del embarazo. La  lumbalgia en la embarazada es un trastorno secundario al desorden biomecánico; por lo tanto, realizando el tratamiento correcto, es de carácter transitorio, evitando la agravación del mismo.

¿A QUÉ SE DEBE LA LUMBALGIA EN EL EMBARAZO?

Lumbalgia embarazo
Curvatura de la columna vertebral en el embarazo

En el embarazo, la mujer gestante aumenta notablemente la curvatura de la columna vertebral. La relajación de la musculatura abominal, causada por el aumento del tamaño del útero, conlleva una exageración de las curvas raquídeas, generando una hiperlordosis lumbar,  y acentuando la cifosis torácica y la lordosis cervical.

La hipotonía de los músculos abdominales y el desplazamiento hacia arriba y adelante del centro de gravedad debido al desarrollo del fecto, hacen que las embarazadas proyecten la cabeza y el tronco hacia atrás, estableciendo una hiperlordosis lumbosacra de compensación, provocando a su vez una hipertonía de los músculos paravertebrales.

También hay que tener en cuenta el aumento del tamaño de las mamas, que incrementa la cifosis dorsal y la tendencia a la antepulsión de los hombros. Todo esto, sumado al aumento de peso, que hace que la zona lumbar deba trabajar más, agrava la tendencia de esta zona a contracturarse debido a la relajación abdominal, la hiperlordosis y el reposo, especialmente si ya antes del embarazo la musculatura abdominal y de la espalda no eran potentes.

¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS DE LA LUMBALGIA EN EL EMBARAZO?

Dolor espalda embarazo
Cambios Anatómicos Producidos por la Alteración de los Músculos Abdominales y Lumbares

Se ha comprobado que hay una gran prevalencia de mujeres que padecen lumbalgia durante el embarazo (más de un 60% de las participantes en estudios recientes). Siendo destacable, que se observa un mayor porcentaje de lumbalgia en las embarazas que trabajan, haciendo que sea complicado conciliar la vida laboral con el dolor asociado a la gestación.

Las posiciones que más dolor generan son:

  • De pie
  • Sentadas
  • Acostada boca arriba

Mientras que dormir tumbada de lado (y a poder ser, con un soporte entre las piernas) es la que menos dolor genera.

Embarazada de lado

Es importante destacar, que a cuanto mayor peso ganado en el embarazo, mayor es la probabilidad de padecer lumbalgia. Es decir, el aumento de peso elevado es un factor condicionante de esta patología. En cambio, el realizar ejercicio antes y durante del embarazo es un factor protector, ya que ayuda a afrontar el embarazo con un buen estado físico.

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO?

Aunque todo plan terapéutico debe realizarse de manera presencial, por un profesional sanitario, y de manera individual, podemos decir que, los elementos claves de casi todos los tratamientos conservadores para el dolor de espalda baja incluyen reposo, analgesia y educación postural. En cambio, el tratamiento de la lumbalgia en una mujer embarazada es mucho más complejo, preciso y delicado que el tratamiento convencional para la población general, ya que los métodos deben ser conservadores, no quirúrgicos ni farmacológicos, y de naturaleza no invasiva y discreta.

Es curioso que, a pesar de que el dolor lumbar es considerado la complicación más frecuente durante el embarazo, el tratamiento general para muchos médicos se basa solo en el reposo, tratamiento que no cuenta con fundamento científico. De hecho, el reposo superior a dos días, en el caso de la embarazada, empeora la discapacidad, aumentando el peso y deteriorando aun más la sobrecarga sufrida.

A pesar de que es una afección conocida hace tiempo, la lumbalgia en el embarazo ha cobrado importancia en los últimos años, debido a la inserción de la mujer en la vida laboral, y por tanto por los costos económicos que involucra. Gracias a esta importancia, se han realizado numerosos estudios sobre esta patología en los últimos años.

Es interesante hacer un abordaje multidisciplinar de la lumbalgia en el embarazo. Como hemos comentado, en su tratamiento, los métodos a emplear deben basarse en intervenciones conservadoras no quirúrgicas ni farmacológicas, de naturaleza no invasiva. De esta manera, la fisioterapia, la manipulación osteopática, la intervención multimodal (ejercicio y educación), los ejercicios realizados en medio acuático, la acupuntura, etc. Han demostrado su eficacia y mejora de la calidad de vida de las gestantes.

Se ha encontrado que ningún tratamiento es efectivo al 100%, pero sí disminuye el dolor en las pacientes embarazadas la combinación de ciertas técnicas como: ejercicios en agua, cinturones pélvicos, el cojín de Ozzlo, terapia kinésica, acupuntura, estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) (muy útil también durante el parto), aplicación de frío y/o calor, y acetaminofén.

Es importante destacar la importancia de la higiene postural en la lumbalgia en el embarazo. Como ya hemos hablado en numerosas ocasiones, la higiene postural es vital tanto para prevenir, como para tratar en el caso de que se hayan instaurado los síntomas. El papel del fisioterapeuta es vital en estos casos, enseñando a mejorar la postura y aliviar molestias como la tensión en la espalda provocada por la lumbalgia.

POSIBLES SOLUCIONES

Técnicas recomendadas para tratar la lumbalgia en el embarazo:

  1. Hidroterapia: Es vital para la tonificación de la musculatura afectada, ya que al estar en el agua es más fácil realizar los ejercicios debido a la minimización de la carga que se produce sobre las articulaciones. Los efectos fisiológicos del agua como método de terapia son: analgesia, efecto sedante, efecto antiinflamantorio, relajante muscular y disminución de la rigidez articular.
  2. Movilizaciones: Es una de las técnicas de elección. Busca movilizar lo antes posible la articulación para restaurar el rango articular. Con esta técnica se puede conseguir la elongación de la zona posterior, así como la facilitación de la retroversión pélvica. También se favorece la movilidad de las costillas, que suelen estar bloqueadas.
  3. TENS: Es un método de analgesia no invasivo. Consiste en el estimulo eléctrico de nervios periféricos por medio de electrodos en la superficie de la piel. Su uso es controvertido, sobre todo en los últimos meses de embarazo. Hay autores que opinan que puede ser nocivo para el feto, frente a quienes creen que el uso del TENS analgésico incluso en el momento del parto puede ayudar a la embarazada a paliar los dolores que sufre.
  4. Ejercicio: Siempre que el embarazo transcurra sin problemas y sin contraindicaciones médicas, el ejercicio personalizado, combinando un programa de acondicionamieto neuromuscular con un programa de acondicionamiento cardiovascular, resulta altamente recomendad para las futuras mujeres embarazadas, ya fueran activas o sedentarias previamente. Es vital contar con el consentimiento del ginecólogo antes de realizar ejercicio, sobretodo en embarazos de riesgo o con complicaciones.

Se ha encontrado que el ejercicio en el embarazo presenta múltiples beneficios para la madre, como la disminución o eliminación del dolor de espalda; la mejora de las capacidades metabólicas y cardiopulmonares que, a su vez, reducen el riesgo de padecer diabetes gestacional; el favorecimiento del proceso del parto; el mantenimiento del estado de la condición física de la madre, reduciendo el índice de fatiga en las actividades cotidianas; el control del aumento de peso de la gestante; la mejora de la tolerancia a la depresión y ansiedad; la mejora del concepto de imagen corporal y autoestima. También es importante el ejercicio en el posparto, ayudando a tener una recuperación más rápido y eficaz.

Fuentes: Universidad FASTA; Revista Andaluza de Medicina del Deporte; Sciencedirect

Fuentes de imágenes:  FacemamaBebésymás; BBmundo; Inside Childrens; Universidad FASTA.]]>

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