dolor de espalda, fatiga, problemas respiratorios, pérdida de masa muscular, etc. Por estos motivos, la fisioterapia es una de las ramas de la sanidad que más fuerza para tratar las secuelas del COVID.
DOLOR DE ESPALDA Y COVID: ¿SÍNTOMA O SECUELA?
El dolor de espalda es un síntoma relativamente común en los pacientes de COVID. Al igual que ocurre con otros coronavirus, nos produce cansancio, dolor de cabeza, dolores musculares… y por tanto, dolor de espalda. ¿Esto quiere decir que si tenemos dolor de espalda, puede significar que tenemos COVID? Obviamente no. Para poder sospechar, necesitamos tener otros síntomas como: tos, fiebre, cansancio, pérdida del olfato/gusto, dolor de garganta, diarrea, etc. (si quieres saber cuáles son los síntomas más comunes en el COVID, te dejamos aquí el enlace actualizado de la OMS) Aun así, es importante tener en cuenta que la infección por COVID-19 puede dejarnos secuelas y dolor en las articulaciones y músculos. Esto es debido a varios factores:
- COVID leve: si presentamos síntomas como cansancio, dolor de cabeza, etc. tendemos a estar en reposo. Además, al estar aislados hasta negativizar, no tenemos opciones para desarrollar nuestra actividad física normal. Si eso lo sumamos a que puede que tengamos que aislarnos en una habitación que habitualmente no es la nuestra, es posible que tengamos otra cama, y por lo tanto no estemos tan cómodos y nos cueste más dormir.
- COVID moderado/grave: Estos casos suelen requerir hospitalización. Debido a la situación actual en los hospitales, en muchas plantas COVID ni siquiera hay opción de ir al baño, por lo que el movimiento del cuerpo es prácticamente nulo. Si esto los sumamos al tener que estar sentados/tumbados en unas camas, muchas veces antiguas, durante muchos días/semanas, lo lógico es que aparezca el dolor de espalda. Además, hay veces que la medicación que se usa para combatir el virus, puede dañar los tejidos musculares. En estos casos, lo más común es que aparezca dolor de hombros y espalda por COVID. Aunque puede aparecer en cualquier articulación.
Aparte del dolor de espalda, en el COVID podemos encontrar también otros síntomas/problemas que se pueden tratar desde la fisioterapia:
- Dificultad para estar de pie
- Imposibilidad de subir escaleras
- Complicaciones a la hora de coger objetos con las manos
- Dolor al levantar los brazos por encima de la cabeza
- Calambres musculares
- Sensación de hormigueo en las extremidades
- Debilidad en brazos y piernas
La mayor parte de estos problemas mejora progresivamente tras superar el COVID, aunque con la ayuda de la fisioterapia, la recuperación puede ser mucho más rápida y más completa. Muchas veces, el objetivo a seguir es conseguir llegar al mismo nivel de actividad/movilidad previo a la enfermedad.
¿POR QUÉ SE RECOMIENDA FISIOTERAPIA PARA LAS SECUELAS DEL COVID?
La fisioterapia es mucho más que dar masajes. Ahora mismo, puede ayudar a miles de pacientes afectados por el coronavirus. Estas son las secuelas de COVID que pueden tratarse desde la fisioterapia:
- Respiratorias. A través de la fisioterapia respiratoria, se puede ayudar a estos pacientes a recuperar o mejorar su funciones respiratorias.
- Musculares. Tras estar largos periodos hospitalizados, encamados, o incluso en casa guardando reposo, lo normal es que perdamos fuerza y masa muscular. La fisioterapia ayuda a recuperar el tono, la movilidad, y a mejorar la calidad de vida tras situaciones de este tipo.
- Cardiovasculares. Aunque no es una de las ramas más conocidas de la fisioterapia, también puede ayudar a tratar y mejorar las consecuencias cardiovasculares del COVID-19.
¿CÓMO PUEDE AYUDAR LA FISIOTERAPIA CON LAS SECUELAS DEL COVID?
A través de distintas técnicas, la fisioterapia puede tratar algunas secuelas del COVID-19, como:
- La fatiga extrema. Consiguiendo, por ejemplo, recuperar la capacidad de caminar, subir y bajar escaleras sin fatigarse.
- Los problemas vasculares que aparecen tras la enfermedad. Ya sea a causa de esta, o de la situación del paciente. La fisioterapia, puede incluso tratar la predisposición a la formación de trombos.
- Reeducación del patrón respiratorio que deja la neumonía bilateral, que a tantos pacientes con COVID-19 ha afectado.
- Reentrenamiento para poder hacer esfuerzos controlados
- Mejora de la movilidad y del tono muscular. Por consiguiente, mejora de la calidad de vida de los pacientes.
Hay ciertos ejercicios que pueden ayudarnos a mejorar y a recuperar nuestro tono muscular y nuestras articulaciones. Por ejemplo, podemos hacer:
- 1 ó 2 veces al día estiramientos (yoga, Tai chi, estiramientos articulares);
- al menos 2 veces al día ejercicios de fortalecimiento (subir escaleras, hacer bicicleta, levantar peso, ejercitar con gomas elásticas, ejercicios para el dolor de espalda);
- cambios posturales frecuentes, limitando el tiempo que pasamos en una misma posición;
- aplicar pomada o analgésicos suaves para aliviar el dolor leve, preguntando siempre al médico de cabecera o al farmacéutico.
¿CUÁNDO DEBEMOS PREOCUPARNOS CON LAS SECUELAS DEL COVID?
Hay varios aspectos que han de hacernos saltar las alarmas, como por ejemplo:
- Dolor muy agudo, pérdida de fuerza o insensibilidad en brazos y/o piernas, que impide realizar los ejercicios que hemos comentado anteriormente.
- Presencia de una articulación inflamada, roja y caliente.
- Dolor agudo de espalda que irradia a las piernas, y se acompaña de pérdida de reflejo para orinar o defecar.
En todos estos casos, lo recomendable es acudir de manera inmediata a un servicio de urgencias para ser valorado por un médico. Además, si vemos que el dolor articular empeora o no presenta mejoría en 3/4 semanas; si no podemos realizar actividades o ejercicios porque nos falta el aire o nos fatigamos; si aparecen nuevos síntomas como calambres, o problemas de estabilidad que hagan que nos caigamos; o si aparecen dolores musculares que nos impidan dormir; lo más recomendable es contactar con tu médico para que pueda valorarlo.
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