Las fajas postquirúrgicas son una ayuda muy habitual que se necesita tras pasar por ciertas cirugías. ¿Por qué son tan necesarias, y cómo podemos elegir la adecuada para nosotros?
¿Para qué sirven las fajas postquirúrgicas?
Las fajas postquirúrgicas se utilizan para que, tras una intervención quirúrgica, los pacientes puedan tener el moldelado, la comprensión y la comodidad que necesitan. De esta manera, se pueden conseguir los mejores resultados y, además, reducir las molestias postoperatorias. Se recomienda utilizarlas durante todo el proceso postquirúrgico. Las fajas postquirúrgicas son indispensables si lo que buscamos es una óptima recuperación tras la operación. ¿Por qué? Porque ayudan a sujetar la zona operada para que esté protegida, estabilizada, se cure antes. De esta manera, podremos obtener antes los mejores resultados tras la intervención. Además, permite que la piel se adhiera mejor a los tejidos y evita la retención de líquidos. Esto es importante, ya que después de la intervención, la piel debe retraerse y adaptarse a la nueva disminución de volumen. En este momento se comienzan a crear nuevas fibras de colágeno para anclar la piel a su sitio, y comienza la regeneración de los capilares destruidos.
¿Cuándo se recomienda su uso?
Se usan, sobretodo, tras las intervenciones que disminuyen el volumen del cuerpo. Por ejemplo, su uso está recomendado tras someterse a:
- Liposucción, ya sea de abdomen, cintura, espalda, cadera y/o piernas
- Abdominoplastia,
- Lipoescultira
- Lipotransferencia.
¿Qué ventajas tienen las fajas postquirúrgicas ?
- Una buena faja, siempre nos va a aportar firmeza a la zona intervenida. También minimiza el movimiento de los tejidos dañados por la intervención, reduciendo los dolores y molestias. y además, protegerá nuestra piel de virus, hongos y bacterias.
- Gracias a la elastocompresión, las fajas postoperatorias mejoran la circulación de la zona en la que se ubican. Al mejorar la circulación, evitará que salgan hematomas o moretones, y que si salen, se curen antes. Así mismo, ayuda a reducir la retención de líquidos.
- Previenen complicaciones postquirúrgicas, como la aparición de seromas, linfedemas o fibrosis, gracias a su acción mejorando la circulación y la retención de líquidos.
- Mejora la cicatrización y el aspecto de la piel de la zona gracias a la presión uniforme que ejerce sobre esa zona. De esta manera evita la flacidez y la aparición de estrías.
- Esteticamente, además, no se nota debajo de la ropa y reduce la flacidez. También corrige la postura del paciente y moldea el cuerpo.
¿Cómo elegir una faja postquirúrgica?
Hay varias cosas que tenemos que tener en cuenta a la hora de escoger una faja postoperatoria:
- Escoger una faja u otra dependerá del tipo de cirugía
- También hay que tener en cuenta el volumen corporal del paciente
- Es muy importante la zona en la que se vaya a realizar la intervención: la faja, siempre, debe cubrir esa zona para mejorar el postoperatorio. No es lo mismo una intervención de abdomen que de piernas.
- Ante una abdominoplastia, es preferible que la cremallera de la faja sea lateral.
- Hemos de tener siempre en cuenta la composición de la faja. Es importante que tenga un forro de material hipoalergénico, como el algodón. De esta manera protegemos la zona intervenida de las costuras, cremallera y, además, evitamos pliegues y alergias.
- Es recomendable tener 2 fajas. De esta manera, podemos ponernos siempre una limpia, evitando así las infecciones.
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