es bueno andar con parkinson

El ejercicio físico, como andar, ha demostrado ser altamente beneficioso para las personas que padecen Parkinson. Gracias a la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones neuronales, conocida como neuroplasticidad, la actividad física no solo mejora la movilidad, sino que también ayuda a ralentizar la degeneración de las neuronas, mejorando la calidad de vida de quienes sufren esta enfermedad.

¿Es bueno andar con Parkinson?

Caminar, una actividad aparentemente sencilla, puede tener un impacto profundo en la salud de las personas con Parkinson. Efectivamente, es bueno andar con Parkinson. El ejercicio aeróbico, como caminar, promueve la neuroplasticidad y la salud cerebral en general. En personas con Parkinson, estos ejercicios ayudan a mejorar el equilibrio, la movilidad y la capacidad para realizar actividades diarias con mayor autonomía.

Beneficios de andar en pacientes con Parkinson

1. Mejora del equilibrio: Como mencionamos anteriormente, caminar ayuda a mantener y mejorar el equilibrio, lo que es fundamental para evitar caídas y promover la independencia.
2. Mejora la movilidad: El ejercicio regular ayuda a las personas con Parkinson a mantener una mayor movilidad en sus articulaciones y músculos, lo que reduce la rigidez y los problemas de coordinación.
3. Estimulación cerebral: La neuroplasticidad permite que el cerebro cree nuevas conexiones neuronales. Caminar contribuye a este proceso al fomentar el flujo sanguíneo y la oxigenación del cerebro, lo que puede ayudar a reparar el daño neuronal.
4. Reducción del estrés: Caminar al aire libre no solo tiene beneficios físicos, sino también emocionales. El contacto con la naturaleza y la luz solar ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, que son síntomas comunes en personas con Parkinson.
5. Promoción de la independencia: Mantener una rutina de ejercicios como caminar puede permitir que los pacientes con Parkinson se mantengan activos e independientes por más tiempo, retrasando la necesidad de ayudas como bastones o andadores.
6. Reducción del dolor: La actividad física ayuda a mantener los músculos en forma y, de esta manera, reducir el dolor tan característico del Parkinson.

Para que la caminata y otros ejercicios aeróbicos sean realmente efectivos y seguros, es fundamental contar con la orientación de un fisioterapeuta especializado en personas mayores y en enfermedades neurodegenerativas. Con una intervención temprana y un programa de rehabilitación adaptado, es posible que los pacientes mejoren su equilibrio, fuerza y calidad de vida.

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