La historia de la manipulación visceral se remonta a los primeros siglos utilizados por el pueblo de Tíbet y China. También fue utilizado en Europa antiguamente como uno de los métodos de atención médica. Esta técnica fue muy popular antiguamente debido a la mejora en la salud general del paciente después de cada sesión.
La manipulación visceral en la época actual
Esta técnica fue posteriormente adoptada por el Dr. Jean-Pierre Barral, que mejoró el tratamiento en algo mucho mejor y más eficaz. En 1974, el Dr. Barral empezó a tratar a un paciente que sufría de una patología de la columna con los métodos de manipulación articular observando, curiosamente, una mejora a nivel intestinal. De esta manera, comenzó a interesarse por la conexión entre la columna vertebral y el abdomen.
Después de muchas investigaciones, estudios y prácticas en su técnica recién descubierta, fue capaz de desarrollar la terapia de manipulación visceral. Así empezó la era de sus servicios de tratamiento, así como su enseñanza de la técnica a otros individuos que estén interesados, con su método. Comenzó a enseñar en las otras partes del mundo, incluyendo en los Estados Unidos en 1985. Con el tiempo fue capaz de formar su propia enseñanza de los profesores, que también comenzó a entrenar a otros entusiastas de la técnica de manipulación visceral en todo el mundo.
¿Cómo puede ayudarte la Manipulación Visceral?
La Manipulación Visceral es usada para localizar y solventar problemas en cualquier parte del cuerpo. Estimula tus propios mecanismos naturales para mejorar el funcionamiento de tus órganos, disipa los efectos negativos del estrés, y aumenta la salud general y la resistencia a enfermar.
En la actualidad, una gran variedad de profesionales de la salud utilizan la Manipulación Visceral: médicos, fisioterapeutas, etc.
¿Qué relación hay entre las visceras y, por ejemplo, el dolor de espalda?
Los movimientos que tiene lugar dentro del cuerpo humano son de vital importancia. Están relacionados con diversos niveles de actividad, desde las pulsaciones celulares hasta las contracciones rítmicas del corazón, diafragma, etc.
Imagina una adherencia alrededor de un pulmón. Por ejemplo, la adhesión puede alterar el movimiento de una costilla. Esto, a su vez, puede crear un desequilibrio en la columna vertebral que, con el tiempo, puede desarrollar una relación disfuncional con otras estructuras.
El sistema visceral depende de la sincronicidad entre los movimientos de todos los órganos y estructuras del cuerpo. En un estado de salud óptimo, estas relaciones se mantienen estables. El problema llega cuando un órgano no puede moverse en armonía debido a un tono anormal, adherencias o desplazamientos, etc. Esta desarmonía crea fijaciones, puntos anormales de tensión que hacen que el cuerpo se vea forzado a moverse entorno a ellos. Y esta irritación crónica, sucesivamente, prepara el terreno para enfermedades y disfunciones. Si quieres saber más sobre patologías o dolor crónico pulsa aquí.
No sería la primera vez que, en consulta, para tratar un dolor de cuello que no se va con nada tengo que tratar el diafragma (debajo de las costillas).
¿Cómo actua la manipulación visceral?
La Manipulación Visceral está basada en la aplicación específica de fuerzas manuales suaves que estimulan la movilidad normal, el tono y el movimiento de una víscera y sus tejidos conectivos. Estas manipulaciones pueden, potencialmente, mejorar el funcionamiento de órganos individuales, la función de sistemas de órganos, y la integración estructural de todo el cuerpo.
Debido a las delicadas y a menudo fuertes reacciones de los tejidos viscerales, si aplicamos una fuerza precisa y bien dirigida, podemos obtener grandes resultados. La Manipulación Visceral trabaja sólo ayudando a los mecanismos autocorrectivos que ya están presentes en nuestro cuerpo. De este modo, los terapeutas entrenados pueden estar seguros de que están beneficiando al cuerpo en lugar de añadiendo más lesiones o desorganización.
Y tú ¿Has tenido que acudir alguna vez al fisioterapeuta por algún problema de órganos internos?, ¿Qué tal fue tu experiencia?
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Fuentes: lasaludes.com; institutobarral.com