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Aliviar Lumbago

Cómo podemos aliviar el lumbago

Índice de contenidos

Hace tiempo hablábamos de la lumbalgia, de cuáles eran sus causas y los síntomas más comunes. Hoy queremos contaros cómo aliviar el dolor por lumbago. ¿Cuáles son las medidas y tratamientos recomendados?

Medidas generales para aliviar el lumbago

1.    Evitar el reposo en la cama, si es posible

El paciente debe evitar el reposo en la cama como tratamiento del dolor de espalda. Si el dolor obliga a guardarlo, debe ser lo más corto posible. Los estudios realizados demuestran que esta medida retrasa la recuperación.

2.    Mantenerse tan activo como sea posible

Los expertos señalan que el paciente debe mantener el mayor grado de actividad que le sea posible e intentar normalizarlo tan pronto como pueda.

3.    Higiene postural: Evitar la sobrecarga de la espalda

Durante el episodio doloroso, el paciente debe intentar mantener el ritmo de actividad dentro de la normalidad pero, siempre evitando la sobrecarga de la espalda. Para conseguirlo conviene conocer y aplicar normas de higiene postural, que describen cómo adoptar posturas y realizar movimientos o esfuerzos de manera que la espalda soporte la menor carga posible y la musculatura reduzca su trabajo. Eso permite que, si en un momento dado el paciente tiene que hacer un esfuerzo, sepa cómo hacerlo reduciendo el riesgo de sobrepasar sus posibilidades.

Igualmente, es muy importante mantener una buena higiene postural trabajando. Ya sea en la oficina o desde casa, hay ciertos tips que podemos seguir para que nuestra espalda no se sobrecargue en nuestra jornada laboral.

4.    Aplicar calor o frío

Si le alivia, el paciente puede aplicar calor o frío en la zona dolorosa, aunque no se han hecho estudios científicos para evaluar su efecto. En general, el frío se aplica inmediatamente después de la lesión y el calor en la reagudización de las dolencias crónicas.

Tratamiento farmacológico

Se aplica en tres fases:

  • Fase 1: Al principio, y especialmente si el dolor no es muy intenso y sólo afecta a la espalda -y no hay dolor irradiado a brazo o pierna-, se recomienda usar analgésicos.
  • Fase 2: Si los analgésicos no son eficaces se debe valorar su sustitución por antiinflamatorios no esteroideos. En general, no se recomienda su uso más de 14 días seguidos.
  • Fase 3: Si no es suficiente para controlar el dolor, el especialista deberá valorar añadir una tanda corta de relajante muscular, durante menos de 1 semana.

 Intervención neurorreflejoterápica (NRT)

Si el dolor de espalda, con o sin dolor irradiado, persiste tras 14 días de tratamiento farmacológico, está indicado realizar una intervención NRT.

También se aconseja como opción en aquellos casos en los que el tratamiento farmacológico está contraindicado, como las mujeres embarazadas.

Si la primera intervención NRT consigue la desaparición total de la sintomatología y la normalización de la exploración física, no es necesario repetirla salvo que en el futuro reaparezcan nuevos episodios dolorosos. En el caso de que se consiga una mejoría parcial o transitoria se puede volver a realizar hasta conseguir una completa y definitiva. Si no consigue ningún efecto, no tiene sentido volver a intervenir.

Ejercicios

En los pacientes que no han vuelto a sus actividades habituales tras 6 semanas debe intentarse comenzar una pauta de ejercicios individualizados.

Inicialmente pueden intentar actividades suaves y genéricas, como andar o nadar, para evitar que se debilite la musculatura. Más tarde pueden iniciarse ejercicios específicos para la musculatura estabilizadora lumbopélvica, siempre bajo la supervisión de un fisioterapeuta.

Una vez ha pasado el episodio doloroso, el ejercicio y la higiene postural disminuyen el riesgo de que aparezca o se reproduzca una crisis.

Cirugía

En los pacientes en los que existen criterios específicos de selección, en casos concretos de hernia discal, estenosis espinal o espondilolistesis o escoliosis progresiva en niños o adolescentes, los especialistas pueden valorar la realización de una cirugía.

La rizolisis puede plantearse en un pequeño subgrupo de pacientes crónicos si se seleccionan muy rigurosamente con unos criterios específicos.

Fisioterapia

Los pacientes que padecían lumbalgia o ciática, a los que se ha aplicado técnicas miofasciales u otro tipo de terapia manual, han experimentado mejoría, sobre todo cuando la causa es una contractura o un punto gatillo. También se puede trabajar la movilidad articular de la columna lumbar y movilizar el nervio ciático para disminuir el dolor.

Saber más…

Si te duele la parte baja y estás embarazada, te recomendamos que veas esta entrada para saber cómo puede ayudarte la fisioterapia durante y después del embarazo.

Fuentes: dmedicina, spine-health,  kovacs, el mundo de orizaba

Fuentes de imágenes: cabecera1

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